Para ello mezclaron arena , escayola y agua , que usaron como sedimentos. Los echaron en el fondo de un recipiente y sobre ellos unas conchas de moluscos. Con el resto de los sedimentos enterraron las conchas y esperaron una semana a que "petrificaran".
Después de este tiempo en el patio y con mucho cuidado "desenterraron" sus fósiles y aparecieron moldes de los mismos.
Con esta actividad diferenciaron claramente los dos tipos de fósiles muy comunes: los fósiles de molde externo y los de molde interno.
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