Uno de los métodos más eficaces para aprender a diferenciar rocas es verlas in situ. Ese fue nuestro objetivo al llevar a nuestros alumnos de 1º ESO a observar distintos tipos de rocas a nuestros laboratorio escolar antes de una visita al Museo Geominero de Madrid que teníamos programada para unas semanas más tarde. (VER ENTRADA EN ESTE BLOG).
Las rocas se pueden clasificar en tres grandes grupos:
1. SEDIMENTARIAS (aquellas formadas a partir de la erosión y el transporte de rocas de pequeño o gran tamaño o incluso partículas en suspensión).
Éstas a su vez pueden ser DETRÍTICAS (Conglomerados, areniscas o arcillas) o NO DETRÍTICAS (caliza, yeso, halita, carbón o petróleo).
2. ÍGNEAS. Proceden del interior de la corteza terrestre. Pueden solidificarse rápidamente en el exterior de la corteza (rocas VOLCÁNICAS como la pumita o el basalto) o más lentamente en el interior (rocas PLUTÓNICAS como el granito y la sienita)
3. METAMÓRFICAS. Proceden del cambio de otros tipos de rocas debido al aumento de la presión y la temperatura en el interior de la corteza terrestre. Pueden ser de dos tipos: CON FOLIACIÓN (pizarra, esquisto o gneis) y SIN FOLIACIÓN (mármol o cuarcita)
Pusimos en bandejas diferentes tipos de rocas a cada uno de los equipos de trabajo y ellos las dibujaron, describieron y clasificaron según lo aprendido en clase.
Anotaron todas sus observaciones en sus cuadernos de laboratorio.
¡Buen trabajo chicos!
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